lunes, 21 de noviembre de 2011

El voto de castidad de Lars von Trier

En 1995, los directores daneses Lars von Trier, Thomas Vinterberg, Soren Kragh-Jacobsen y Kristian Levring desarrollaron el movimiento fílmico conocido como Dogma 95. Los directores en cuestión se comprometían a tratar sus películas respetando una serie de normas estrictas con el único objetivo de encontrar "la verdad profunda", para ello dieron a conocer un documento en el que planteaban la necesidad de modificar la forma de realizar el relato cinematográfico. Las películas filmadas de acuerdo a este movimiento deben ser filmadas en escenarios naturales evitando toda escenografía artificial de estudio, con cámara en mano o al hombro, grabada con sonido directo y sin bandas sonoras o musicalizaciones especiales. La meta es producir películas simples, sin modificaciones en la postproducción y poniendo mayor énfasis en el desarrollo dramático.



Una película Dogma se caracteriza por tener un número de matrícula y un certificado que otorga la autenticidad del proyecto. Este certificado lo expide un comité de jueces que valoran la película y verifican que cumple con El Voto de Castidad:

Juro someterme a las siguientes reglas redactadas y confirmadas por DOGME 95:


1. Los rodajes tienen que llevarse a cabo en lugares naturales. No se puede decorar ni crear un "set". Si un artículo u objeto es necesario para el desarrollo de la historia, se debe buscar una localizacion donde estén los objetos necesarios.


2. El sonido no puede ser mezclado separadamente de las imágenes o viceversa (la música no debe ser usada, a menos que esta sea grabada en el mismo lugar donde la escena está siendo rodada).


3. Se rodará cámara en mano. Cualquier movimiento o inmovilidad debido a la mano está permitido. (La película no debe tener lugar donde esté la cámara, el rodaje debe tener lugar donde la película tiene lugar).


4. La película tiene que ser en colores. Luz especial o artificial no está permitida (si la luz no alcanza para rodar una determinada escena, ésta debe ser eliminada o, en rigor, se le puede enchufar un foco simple a la cámara).


5. Se prohíben los efectos ópticos y los filtros.


6. La película no puede tener una acción o desarrollo superficial (no pueden haber armas ni pueden ocurrir crímenes en la historia).


7. Se prohíbe la alineación temporal o espacial. (Esto es para corroborar que la película tiene lugar aquí y ahora).


8. No se aceptan películas de género.


9. El formato de la película debe ser de 35 mm.


10. El director no debe aparecer en los títulos de crédito.


Desde ahora en adelante prometo como director no ejercer ningún tipo de gusto personal. Ya no soy un artista. Desde ahora en adelante prometo no crear una "obra", ya que considero que el instante y el ahora son más importantes que todo el producto. Mi meta absoluta es forzar la verdad de mis personajes. Prometo hacerlo a toda costa dentro de mis posibilidades y a costa de cualquier buen gusto estético.


Es por ello que hago mi VOTO DE CASTIDAD

Copenhage, Lunes 13 de marzo de 1995

En nombre del DOGME 95

Lars von Trier - Thomas Vinterberg

Bajo este voto de castidad se crearon:
Los idiotas (1998, Idioterne) de Lars von Trier, La celebración (1998, Festen) de Thomas Vinterberg,
Mifune (1999, Mifunes Sidste Sang) de Soren Kragh-Jacobsen, The King is alive (2000) Kristian Levring... si bien el voto de castidad dice en el punto número 9, el formato de las películas deben ser en 35mm, se sabe que varias películas como La celebración y Los idiotas fueron hechas en video. A lo que Lars von Trier contestó, en una entrevista el 4 de noviembre de 1999, que hablando con Soren Kragh llegaron a la conclusión de que es muy difícil para un cámara cargar con una cámara de 35mm y que además por una cuestión de presupuesto se decidió grabar en video, y adaptaron la regla número 9 a que el formato de distribución es el que debe ser en 35mm. Otra película como El proyecto de la bruja de Blair de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, fue rechazada por no cumplir el voto número 8, ya que en este caso se trataba de una película de terror.

Esta claro que esta intención audaz de querer reinventar el cine ya tenia sus antecedentes en directores que no se dejaron encorsetar por unos dogmas: Alfred Hitchcock (La soga, 1948), Jean-Luc Godard (Al final de la escapada, 1960), John Cassavetes (Faces, 1968), Steven Soderbergh (Sexo, mentiras y cintas de video, 1989), Ken Loach (Lloviendo Piedras, 1993) y Robert Altman (Vidas cruzadas,1993) por mencionar algunos de la cuales podrían haber obtener dicho certificado.

¿Es el Dogma 95, una genialidad necesaria o una estupidez prescindible?

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